Organizaciones juveniles, sociales y políticas nos sumamos al Paro Nacional
Las organizaciones firmantes, asociaciones, colectivos, estudiantes, juventudes de partidos políticos y de centrales sindicales, movimientos y diversos grupos juveniles y sociales, convocamos a las y los jóvenes y a la ciudadanía en general a articularnos para resistir la creciente criminalización de la protesta y de las ideas y la imposición de un modelo económico que privatiza los derechos básicos y nuestros recursos naturales. Nos adherimos al Paro Nacional convocado para este 9 de julio y llamamos a participar masivamente de esa jornada de lucha.
A pesar de haber prometido el “cambio responsable”, Alan García ha preferido profundizar el modelo económico neoliberal impuesto por Fujimori y mantenido por Toledo. Para ello ha decidido rematar ya no solo las empresas y la infraestructura, sino la tierra, la selva, los hidrocarburos y todos nuestros recursos naturales, y privatizar los derechos sociales mas elementales, como la educación.
Rechazamos:
El alza constante del costo de vida. Alan García ha pretendido liberarse de responsabilidad diciendo que se trata de “inflación importada”: pero precisamente esto demuestra cómo la renuncia a una política económica soberana que proteja a los productores locales y utilice nuestros recursos para beneficio de los pueblos, lejos de hacer que “el Perú avance”, nos ha puesto en una situación muy vulnerable frente a los cambios en el mercado internacional.
La privatización de los recursos naturales y la tierra a través de normas como el Decreto Ley 1015 que promueve la venta de las tierras de las comunidades campesinas y nativas a inversionistas privados; y el proyecto de Ley 840, la “Ley de la Selva” que permitiría vender áreas de la Amazonia para la explotación forestal.
La privatización de la educación, en marcha a través de proyectos como el de la congresista fujimorista Martha Hildebrandt que busca eliminar la gratuidad de la enseñanza universitaria, y el proceso de “municipalización” de la educación escolar que, como demuestran las experiencias de países hermanos, es una forma solapada de privatización.
El despido masivo de trabajadores que se sindicalizan y reclaman por sus derechos, y el apañamiento del Gobierno a la hostilización y las prácticas antisindicales de muchas empresas mineras, textiles, agroexportadoras y de otras ramas, especialmente las tercerizadas; todo esto en momentos en que estos sectores perciben grandes beneficios pero los trabajadores no ven mejorar sus salarios.
Ante el incumplimiento de las promesas y la imposición de un modelo que afecta los derechos sociales, diversos sectores han empezado a alzar su voz y a organizarse. La respuesta del Gobierno ha sido solo una: la represión. Rechazamos la campaña en marcha que criminaliza la protesta, la organización y las ideas, y nos solidarizamos activamente con todos aquellos que están sufriendo la violación de los derechos humanos mas elementales:
Reclamamos la libertad de todos aquellos detenidos por sus ideas, y exigimos el fin de la hostilización, el amedrentamiento, la violencia y las detenciones arbitrarias contra cientos de dirigentes y activistas a lo largo y ancho del país.
Rechazamos la apertura de procesos contra líderes sociales en todo el país; como los 35 procesados por “terrorismo” en Piura a causa de su legítima actividad de defensa del medio ambiente y sus críticas a la empresa minera Majaz; y los 30 procesados en Cusco tras las protestas contra la privatización del patrimonio arqueológico.
Denunciamos la violación de la autonomía de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, cuyos estudiantes fueron víctimas de una brutal represión policial cuando protestaban por el recorte abusivo del campus universitario para una obra vial.
Expresamos nuestra solidaridad con los trabajadores del arte y la cultura que vienen siendo perseguidos y hostilizados para reprimir sus expresiones críticas y cuestionadoras.
Exigimos justicia para los 4 campesinos asesinados en enero cuando participaban del Paro Agrario, y reclamamos la derogatoria definitiva del DL 982 que permite a los policías usar sus armas de fuego para reprimir las manifestaciones.
Rechazamos el ingreso de soldados norteamericanos a diversas regiones del país con la excusa de realizar “labores humanitarias”, como el reciente caso de Ayacucho; se trata de una clara intromisión militar que forma parte de la estrategia para controlar al movimiento social con la excusa de la lucha contra el narcotráfico y la subversión.
Las organizaciones firmantes hemos empezado a articular un espacio de coordinación amplio para resistir la imposición del modelo neoliberal y enfrentar la represión. Convocamos a todas y todos los jóvenes y organizaciones sociales a sumarse a esta iniciativa y a coordinar acciones de resistencia.
Nos sumamos a la convocatoria al Paro Nacional del 9 de julio, nos adherimos a su plataforma y a los justos reclamos de los pueblos.
¡Los jóvenes no nos callamos, nos organizamos!
¡Viva el Paro Nacional del 9 de julio!
¡El PARO avanza!
¡Hacia la Asamblea de los Pueblos!
¡Unámonos a la Marcha Nacional Universitaria para defender la gratuidad y la calidad!
Este miércoles 25 de junio en la Plaza 2 de Mayo, 10 AM
JÓVENES DE IZQUIERDA
Acción Crítica, Asociación de Jóvenes de Villa El Salvador, CGTP Joven, Colectiva La Mestiza, Colectivo Contranaturas, Colectivo Piki, Colectivo Voluntad Propia, Colectivo Zoom, Comuna Tejiendo desde el Sur, Comunidad del Río Hablador, Ecovida, El Colectivo, Federación de Estudiantes del Perú, Gremio de Estudiantes y Egresados de Institutos del Perú, Integración Estudiantil, Instituto Alameda, Juventud Comunista del Perú, Juventud Comunista Peruana, Juventud del Comité Malpica, Juventud del Partido Socialista, Juventud del Partido Socialista Revolucionario, Juventud de Pueblo Unido, Juventud Focepista, Juventud Nacionalista, Juventud por los Derechos Humanos, Movimiento José Maria Arguedas, Movimiento Socialista Sapichay, Plataforma Nacional de Juventudes, Red por Cultura e Identidad de Villa el Salvador, Revista Mariátegui, Voz Socialista
PLANTON
Porque a nosotras tambien nos importa
