jueves, 20 de mayo de 2010

¿Institucionalizando el vandalismo político o haciendo del MALI un taller regio para ensayar graffitis?


El viernes 07 de mayo las Contras asistimos a la intervención de la obra de Jose Carlos Martinat, que consiste en vandalizar diversos edificios que son sedes de los poderes estatales (Palacio de Gobierno, Palacio de Justicia, entre otros).

Esta experiencia permitió a las Contras desplegar una serie de reflexiones en torno a la normalización de la práctica política de expresarse en las calles dado que llevar los graffitis a un museo (con normas y adecuaciones legales) implica colocar en cautiverio la voz de protesta que se gesta en las calles.

Asistimos entonces a la gentil invitación que nos hiciera el MALI y el artista para intervenir la obra de Martinat, a la cual nos acercamos siendo conscientes que la voz de protesta no se somete ni se dosifica, la voz de protesta debe estar visible en lo público creando conmoción y sismando el orden opresor.
Entendimos entonces que graffitear en un regio museo es un ensayo estético más no una acción política.

2 comentarios:

María José Gómez dijo...

Espectacular, desde mi punto de vista la mejor de las intervenciones que se le hicieron a la obra, se comprendió el sentido

María José Gómez dijo...

Estuve leyendo los comments, estoy de acuerdo, pero hay otro enfoque. La obra de Martinat plantea y ha permitido que un público que jamás pasaría ni visitaría espacios donde el arte urbano se manifiesta, que no les prestaría valor ni reconociiento, lo hagan ahora a través de ser expuesto en un museo con categoría, con un artista reconocido. Ha elevado el graffiti y el arte urbano poniéndolo en un espacio de excepción, aunque ese espacio no nos guste.